Anoche, otra tarde más, estuvimos en la última novillada-nocturna antes de la final. La novillada de Torrenueva fue correcta de presentación y bonita de capa. El mejor fue el cuarto novillo, que tuvo más casta que el resto y apretó en el caballo. Los novilleros, sin nada reseñable. Miguel Ángel Delgado demostró que está bastante verde. Pablo Lechuga dio una vuelta al ruedo por su propia cuenta, y José Miguel Navarro siguió los pasos de Lechuga, dando otra vuelta al ruedo porque si, porque le dio la gana. Dos vueltas al ruedo de regalo. A esto ayuda mucho los autobuses de partidarios de los toreros que llenan la plaza en estas noches veraniegas.
Después nos anunciaron los tres finalistas para el domingo que viene: Mario Aguilar, Pablo Lechuga y Javier Cortés, con novillos de Guadaira.
Pero ahora quiero hablar de otra cosa. Algo bochornoso que ayer pasó en el tendido y que medios oficiales no han hablado de ello.
Mientras Pablo Lechuga toreaba al quinto novillo de la tarde, una voz gritó, desde el tendido, a responsables de la empresa, que a Madrid había que traer novilleros. El tendido, aplagado de seguidores-amigos-familiares de los novilleros, increparon al hombre. Con esto se desató la bronca. Todo este escándalo ocurría mientras Lechuga desarrollaba su segunda faena.
Parece que la cosa se calmó un poco. Salió el sexto y último novillo. Apareció la Policia Nacional en el tendido y otra vez volvió el escándalo. Lógicamente, entre tanto alboroto, la gente desconectó del ruedo y tenía toda su atención puesta en el tendido.
Me parece bochornoso el espectáculo que se dio en si, no se puede ser tan intransigente. No creo que el aficionado atacara a Lechuga para que sus seguidores-amigos-familiares se pusieran de aquella manera. No se pueden ver los toros con ese partidismo. No creo que sea necesario que se vuelva a armar alboroto cuando aparece la Autoridad en el tendido (¿Dónde estaban cuando saltaron los antitaurinos al ruedo en San Isidro? aunque esto es otro tema, porque hay que decir, que ellos actúan por orden del Presidente, y que si entraron al tendido es porque D. Julio Martínez lo mandó) . Y sobre todo creo que lo peor de todo es esa gran falta de respeto que se produjo durante todo ese conflicto-pelea-discusión cuando dos hombres se estaban jugando la vida en plaza y nadie estaba pendiente de ellos.
Imagen: José Miguel Navarro. JUAN PELEGRÍN
NOTA: Alberto Herrero nos da más matices sobre lo ocurrido en el tendido el pasado domingo. Él y sus compañeros que estaban sentados algo más arriba que nosotros vieron más detalles del conflicto. Confirmo que el "hooligan-amigo-familiar" hizo el amago (y algo más que amago) de subir hacia arriba para pegar al hombre. Alberto, gracias por los detalles.
Estoy completamente de acuerdo en como exponéis lo allí ocurrido pero sí hay algo que no se ajusta a la realidad y sería bueno dejar claro. La Policía no desalojó al aficionado que expresaba su disgusto contra la empresa y novilleros, sino al descerebrado "hooligan-amigo-familiar" del torerillo de turno que intentó agredirle y que en su intento por saltar por encima de la gente para acercarse a este aficionado mayor, pisó a otra espectadora que se encontraba por detrás de él, la cual llamó a uno de los policías cuando aparecieron por la bocana del alto del 7 para indicarles quién había sido el agresor.
Por cierto, y eso sí fue vergonzante, mientras los agentes "acompañaban" a este alterado palmero, todo el tendido 8 y el resto de "colegas del violento" vociferaban e indicaban con el dedo a este pobre hombre de avanzada edad que sólo hacía notar su indignación por la mierda de espectáculo que le estaban ofreciendo... Manda huevos (con perdón)!
Y nada más, eso era simplemente. Creo que es vergonzoso que la policía siquiera se asome por el reducto de los pocos aficionados cabales que van quedando por este mundo de Dios y eso hay que denunciarlo y los motivos por los que se llegó a eso también... Pero la realidad es la realidad y en ningún momento el verdadero aficionado, que se hizo notar y llevaba mas razón que un santo, fue desalojado ni incordiado por la policía más allá de pedirle simplemente más tranquilidad como a todos los demás que estábamos alrededor...Que eso sí...digo yo que tranquilidad para los salvajes estos que solo les importa el triunfo de estos chavales que no demuestran ni saber coger los trastos, porque nosotros bien tranquilos estamos a pesar de los desmanes que vivimos a diario y el cariz desolador que toma el futuro de nuestra Fiesta.