Tenía ganas de ver esta tarde a Javier Cortés, así que a pesar del frío he ido a la plaza. Y una cosa está clara: el frío ha merecido la pena. En el coso venteño ha destacado de manera excepcional Javier Cortés. En el sexto novillo todos los aficionados hemos vibrado con la faena que el novillero ha realizado a Pocaplanta. El novillo ha tomado bien el buen puyazo dado por José Antonio Fernández. Javier comenzó la faena de muleta empezó por bajo, sacándoselo hacia fuera. Posteriormente, nos deleito con varias tandas por ambas manos con la muleta muy baja y colocado en su sitio, llevándole siempre muy bien. En varias ocasiones nos levantó del asiento para ovacionarle. La pena fue que pinchó y la estocada que colocó no fue correcta porque le hubieran dado una oreja de mucho peso. Igualmente no nos podemos olvidar de nombrar a Pocaplanta, el novillo que cerró plaza, pues fue un animal de triunfo rotundo, al que el novillero fue haciendo mejor, terminando por hacer que humillara y repetiera sin cesar. Como premio, el novillo fue despedido con una gran ovación y el novillero dio, entre lágrimas, una aclamada vuelta al ruedo.
El resto de la tarde fue monótona e insípida. El resto de novillos fueron mansos, sin un ápice de casta; aunque eso si, cuarto y quinto, muy bien presentados. Y los otros novilleros que cerraban el cartel, poco que comentar. Mario Aguilar, tiene un buen uso del capote, pero nada más nos mostró. Sus faenas se basaron en enganchones y arrimones sin sentido. Le he visto exactamente igual que el año pasado, y creo que debería haber evolucionado más. Román Pérez nos dijo menos aún, así que nada diré sobre él. Simplemente ha demostrado que donde verdaderamente hay que dar la cara y mostrar lo que uno vale es en el ruedo, en vez de hacer tanta declaración absurda.
Así que como no puede ser de otra manera, me quedo con ese toreo de mano baja de Cortés que ha hecho que se me pusieran los pelos de punta y me levantara del asiento en varias ocasiones. Ese es el camino. Espero que podamos verlo más veces esta temporada. Como ya dije en los inicios del texto, tenía ganas de ver a Cortés, y no me ha defraudado.
Imagen: Juan Pelegrín