La tarde de ayer fue para olvidar. Los toros de Salvador Domecq fueron flojos y con poca casta. El primero de la tarde fue devuelto a los corrales, y sustituido por otro de Fernando Peña. El mejor toro de la tarde fue el cuarto, que tenía un pitón derecho excelente. Eso si, la suerte de varas fue inexistente.
Los de luces: Abellán, en el único que toreó, nos mostró a lo que nos tiene acostumbrados habitualmente. Además, mató muy mal, con una estocada que hizo guardia tras un par de pinchazos.
Capea... pufff, tres toros del chaval que nos comimos por la cogida de Abellán. No voy a comentar demasiado sobre él, porque no merece la pena. Estuvo francamente mal, y le dieron una oreja en el cuarto. Qué público tan festivalero.... como está la plaza de Madrid. La oreja de ayer tuvo tan poco peso como la que hubiera cortado en Benidorm o Benalmádena.
David Mora, que confirmó alternativa tampoco tuvo su tarde. Aunque al muchacho por lo menos se le vieron ganas y disposición, que es algo importante en este mundo. Se enfrentó a dos toros que le dieron muchos avisos, con cierto peligro.
Y una tarde más, volvieron a aparecer pancartas por los tendidos, protestando por estos carteles de esta mierda de Feria.
Imagen: Juan Pelegrín
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