Hoy, me he vuelto a rodear de papeles relacionados con mi tesina. Mañana, 23 de mayo se cumplirán 585 años de la muerte del personaje histórico que me ocupa. Cada texto o documento que leo sobre este personaje me hacen sentir más afecto hacía él.
Como la mayoría sabe, Pedro Martínez de Luna, fue uno de los protagonistas principales de uno de los peores, o el peor, de los conflictos en los que la Iglesia se ha visto envuelta: El Cisma de Occidente. Un conflicto sobre el que la Iglesia poco a hablado, pues creo que nunca se ha posicionado a favor de ninguno de los pontífices.
Por si alguien anda perdido en temas históricos, recordaré brevemente el problema, de manera muy resumida.Tras la muerte de Gregorio XI se quiere elegir un papa que sea romano y se asiente en Roma. Esta elección es bastante liosa y complicada. En ella, bajo presión, se elige como nuevo pontífice al arzobispo de Bari, coronado con el nombre de Urbano VI. En un periodo muy breve de tiempo, muchos de los cardenales que le eligieron, le abandonan, pues dicen que fueron obligados a elegirle por la presión, que la elección no fue libre. Tras eso, los cardenales huídos de Roma eligen a un nuevo pontífice, que para ellos es el legítimo y verdadero: Clemente VII. Ya tenemos el problema, pues tenemos dos Papas: Urbano VI y Clemente VII. El primero en Roma y el segundo se asentará en Aviñón. Eso es, en líneas muy resumidas, el conflicto eclesíastico, y también político que se presenta. Para contextualizar a Pedro de Luna, diré que fue elegido el 28 de septiembre de 1394 Papa por la obediencia de Aviñón, (es decir, sucesor de Clemente VII) con el nombre de Benedicto XIII.
No voy a enrrollarme con todos los asuntos que surguieron en este tema, que son muchos, sino sólo quería hacer un pequeño homenaje a Pedro de Luna, conocido también por Papa Luna, por ser uno de los personajes históricas peor tratados y valorados de todos los tiempos. Fue un hombre que siempre se mantuvo en sus trece (a él debemos dicho expresión). Un hombre honesto, persistente y tenaz. Un hombre que defendió lo que era suyo. Defendió sus ideas y sus derechos siempre con fuerza, apoyándose siempre en el Derecho Canónigo, (materia en la que se licenció y de la que fue profesor en la Universidad de Montpellier). Y sobre todo, y algo que me interesa destacar es la gran cultura que tuvo. Un hombre que llegó a crear una gran biblioteca en Peñíscola, de la que hizo su sede papal. Una biblioteca enorme para la época, que llegó a tener cerca de 2000 volúmenes. De igual manera, esa cultura y esa preocupación por las artes se vio en su gran labor como mecenas en muchas obras realizadas, principalmente en su tierra, Aragón. También se preocupó en difundir la cultura y la enseñanza a través de la creación del Estudio General de Calatayud, que desgraciadamente tuvo una vida muy corta (por hacer comparativa de la importancia de este Estudio, diré que las afamadas Universidades de Salamanca y Alcalá de Henares, eran también Estudios Generales. Sólo que el paso del tiempo cambió el nombre de Estudio por el de Universidad).
Y con todo esto me parece suficiente, que ya me he enrollado demasiado, pero me quedo satisfecha de haber dejado este post aquí, como ya he dicho antes, dedicado a uno de los personajes más olvidados y peor tratados de nuestra historia.
1 comentario:
No se si a fecha de hoy habras leido tu texina deseo que sea un exito y si la pones a la venbta me gustaria poder adquirirla pues soy una ennemorada de este papa que como muy bien dices ha sido muy maltratado por loa historia, negandole sus derechos
solo un aprecision el dicho d emantenerse en sus trce como muy bien señala Adro Xavier uno de sus biografos proviene por un lado del juego d ecartas que consitia en no llegar a la quince para no perder el juego y por otro lado a las contorversias Judias de Tortosa
Por si te sirve de referncia te dire que yo le rezó mucho a él y casi siempre me concede lo que le pido incluso para otras personas
Suerte y espero que la defiendas pronto
Un saludo
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