Dentro de este ambiente de la Guerra de la Independencia podemos ver dos cuadros de nuestro pintor que son, desde mi punto de vista, dos de las obras maestras del aragonés. Son las obras que se conocen con el nombre de El Coloso, (una fechada hacia 1808-1812 y la segunda hacia 1810-1817). Desde mi punto de vista son obras enigmáticas, con un ambiente de mucha incertidumbre, donde vemos un paisaje muy ambiguo, indefinido, que hace que se pueda relacionar con el espacio que veremos en Los Desastres de la Guerra.
En el caso del primer Coloso, nos ayuda a crear ese ambiente, esa sensación de inquietud, la gente corriendo hacia todos los lados, huyendo. Y de la misma manera ayuda a crearlo esa atmósfera oscura, ese juego de luces y sombras y la diferencia de tamaño entre el Coloso y la gente que huye.
En cuanto al segundo Coloso, nos da también sensación de ambigüedad, ya que no sabemos donde se encuentra sentado el personaje, ni siquiera le vemos completamente el rostro. Como en el anterior, vemos grandes juegos de luces y sombras que nos ayudan a crear ese ambiente tenebroso de la obra.
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